Déjame vivir

Esta vez seré escueto, tanto como lo que recordamos de los sueños, como una pompa de jabón creada con la ilusión de un niño (tú y yo):
Vuelvo a oír a La Mari en otra colaboración con Jarabe de Palo. Una presencia escénica alucinante con esa voz que todo lo puede y que devora lo que cae a su paso (incluído ese Jarabe de Palo que ya es hasta empalagoso). Limpia y pura, llena de energía...
Si no lo pongo... no puedo vivir. O reviento.
A disfrutarla.