Watchmen (una película de Zack Snyder)
163 minutos. Año 2009.
Si me quedo a medias tintas no voy a ser yo mismo. Si hay que apostar se apuesta y nos dejamos de chorradas, idioteces y dimes y diretes.
Tengo teitantos, media vida hecha y, sí, leo cómics. Tengo cientos, más bien miles metidos en cajas criando polvo con el dolor de mi alma. Y sigo comprando algunas exquisiteses, que me salen medio riñón, tres cuartos o lo que se tercie, que la calidad me importa más que el dinero. Y el disfrute de leerlos y saborearlos echado, en el más puro silencio, también.
Obviamente no soy crítico de nada. Aquí intento dar lo mejor de mi mismo para que no caigan en las trampas que yo mismo me impongo, para que aprovechen el bolsillo y el tiempo, dos cosas que escasean. No soy crítico porque paso épocas de purga donde mi cerebro se vacía de toda la piltrafada a la que lo someto ("Hermanos por pelotas", "Una conejita en el campus", "Dos colgados muy fumados: Fuga de Guatánamo"... ni yo mismo me perdono) - dudo que cualquier crítico de ese mundo se meta eso entre pecho y espalda esa cantidad de pura bazofia... y luego salto al extremo y me pego películas de culto, de autor, de bajo presupuesto y derivados. Frío y calor, locura y cordura. Soy bastante extremista. Si juegas con negras, enfrente moviendo las blancas estoy yo para bien o para mal.
Bien si me preguntas por Watchmen te diré que es incatalogable, única, pura, dinámica cuando se tiene que ser dinámico, lenta cuando quieres justamente coger aliento y profunda a lo largo y ancho del trayecto a cada paso que da. Esto no es una bobería, es cine puro, es un cómic de categoría calcado en la pantalla y no es una chorrada infantil, por suerte, basada en efectos de miles de millones.
Casi tres horas (cortas te lo aseguro) donde disfruté como un niño, de cada pasaje, cada movimiento, de la profundidad de los héroes que sufren y defienden sus ideales en una sala media vacía donde pocos no sé lo que buscaban... ni mucho si lo que encontraron era ése oro perdido.
Lo mejor: Si no la ves en el cine estás loco de remate; la Banda Sonora es exquisita; obviamente ella, Malin Akerman, queda perfecta a cada toma; sonido, imagen y actores van de la mano en una obra maestra que los frikis agradecerán de por vida; el soberbio principio; otro acierto actores con poco renombre que lo bordan.
Lo peor: Uno de los guionistas pidiendo a los frikis que vayan dos y tres veces para que haga un taquillazo; el problema con los derechos legales y de distribución que casi nos revientan esta preciosidad; la valoración en Filmaffinity; tú... si no la ves.
Puntuación Filmaffinity: 7,1
Puntuación Gambitoking: 10... siempre apostaré por este tipo de cine elegante y diferente.
