jueves, agosto 31, 2006

Alatriste - La previa

Lo que me viene al hocico no es nada bueno... como la mirada desconfiada del que te desafía con odio a veros al alba para un nicho o un callejón de mala muerte.
Este tufo inconfundible hace que me ponga en guardia con el pistolón bien en su sitio en la cadera y el acero cerca de la diestra por llega el caso y toca, que al miedo lo conocí de lejos; porque como le dije a un amigo hace poco, ya no hay tipejos como los de antes.
Alatriste, mi capitán, espero que te hallan tratado con respeto pues la España que viviste como soldado, asesino y hombre de honor se lo merece.
Viggo Mortensen pinta bien en el papel, ahora vamos a ver cómo es el encofrado y el hilo que todo lo teje. Las primeras noticias no son del agrado de uno...
Lo más tardar el sábado ya tenéis aquí la recomendación si procediera.
P.D: Aunque no soy muy amigo de poner enlaces de videos os dejo uno para la chicas que visitáis el portal.
Viggo
Blogday 2006

31 de Agosto es otro final de mes, otro día de calor insoportable a cuestas, otro día de preocupaciones y de problemas que se te quedan por el camino - y que son como el dolor en el huecito dulce o la piedrecita diminuta en el zapato - y ahora resulta que es otra fecha para recordar por si tuviéramos pocas.
En este día que acaba ya debo recomendar 5 blogs pocos conocidos (para poco conocido éste - pero las pequeñas familias son así) y hoy no estoy con el cuerpo ni ánimo para recomendar nada; y no por saltarme la regla a lo campeón sino porque cada uno navegamos ya por mares conocidos y en calma y porque hace tiempo que a mi gato no le pica la curiosidad.
Cierto es que la mayoría de mis amigos con la novedosa novedad iniciaron un blog y se quedaron en la primera rampa, agotados y exhaustos (es más fácil pasar por aquí y que suelten alguna de las de ellos que yo luego hago machuca y limpia) y yo, también cansado en ocasiones, me limito a pasearme por la página de Maladroit (que me metió en esto), el mono, blogdecine y poco más.
Para contribuir a la causa dejo un link para el que tenga tiempo.
Blogs
Saludos.

domingo, agosto 27, 2006

Un tipo implacable (de Elmore Leonard)

Atracadores de bancos, pistoleros que llevan a rajatabla la justicia, matones, damiselas de reputación dudosa, la Ley Seca, hampones y demás, con todos estos ingredientes Elmore Leonard (esta es mi primera novela que leo suya) hace una historia de lenguaje sencillo y jugosamente ácido, que te lees en un periquete en un par de tacadas.
Su estilo ya digo que es pegadizo y curtido pero, no me digas el porqué, la novela perdió el interés faltando un cuarto para el final.
Así que su gusto agridulce merece aunque sea un bien alto 6.8.
Quizás no sea culpa suya... quizás en mi revólver todavía quedaban media docena de balas.

sábado, agosto 26, 2006

Viagra

Agradezco profundamente a todos estos americanos, turcochipriotas, indios, australianos, chinos y demás que, día a día, y con una constancia tremenda están muy preocupados con mi miembro viril.
Prueba de ello es la gran cantidad de spam que recibo preocupándose por mi "funcionamiento" y promocionando estas pirulas azules de Pfizer, que según parece te tomas y taladras entre 3 y 5 horas mínimo. O eso o te da una hemorragia cerebral de mil demonios, pero siempre marcando la una en punto como debe ser y como mandan los cánones del macho ibérico.
Pues eso, que gracias pero que, de momento y gracias a Dios, estoy servido.
Guardaré dichos mails para el futuro. O vosotros seguid con lo vuestro.
La joven del agua (de M. Night Shyamalan)

Shyamalan cuenta historias terriblemente maravillosas. Te pueden gustar más o menos sus películas, pero nunca te deja indiferente -yo, personalmente siempre salgo muy contento con sus películas aunque "El protegido" y "El sexto sentido" pienso que tienen un nivel superior al resto.
Dicho esto, también creo que su empezar es una larga sombra que le persigue de manera injusta ("por las noches veo muertos"), pero a mi me parece que su cine sigue una coherencia y una grandiosidad que tienen pocos.
La joven del agua es una perla, un pequeño tesoro que guardas en un cajón, un in crescendo de sentimientos que explota en fuegos artificiales y que despierta en ti ilusiones renovadas, haciendo que salgas del cine creyendo en algo que tenías perdido; porque creo que todos andamos perdidos en cierta forma.
Paul Giamatti, que vuelve a bordarlo, es un gran actor, que no te quepa duda. Pero que ni se te pase por la cabeza. Él solo se basta para darle el equilibrio básico al film y que sueltes las lágrimas necesarias en el momento justo.
Mis respetos más sinceros también a este tipo de directores que lo dan todo en un proyecto, hasta su alma si fuera preciso, y a los que la crítica le dan vara y azotes con esto y aquello.
La joven del agua llega al sobresaliente (8.5) porque se lo merece, porque es una estrella fugaz en un cielo oscuro y porque en la vida hay que mojarse en algo grande.

miércoles, agosto 23, 2006

Matar a un cochino

15 de Junio. Plaza de las Ventas. Madrid. MTV Day.
El plato fuerte, el grupo Keane, y lo ponen por el plus. Bien, bien. bien. Es tarde pero me dispongo a verlo ilusionado, al grupo lo tengo en la agenda después de sólo dos discos en el mercado.
Llueve. Tiene pinta de hacer frío. La gente con paragüas aguanta el chaparrón de manera viril y a la vieja usanza... con un par.
Salen estos tres y ¡oh! sorpresa, comienza la matanza del cochino. Oigo los dos primeros temas, los gritos me recuerdan a los cánticos de amistad que, en otras épocas oscuras, mis amigos y yo brindábamos a la ciudad de las cinco de la mañana en adelante (hecho palpable que ésta nunca entendió). Su directo es horrible, de un terror inusual, otra vez el pavor me sorprende. Gallos, cochinos y otros animales. Aquello no se lo traga nadie. Vuelvo a la cama un tanto desilusionado. Otra vez será.
Ahora resulta que el capitán de la banda se desmarca con su problema de drogas y mierdas. ¡Tío si acabas de salir y ya andas así! Debes tener un poco de credibilidad antes de que como el señor Kurt Cobain te des un tiro en la cabeza. Madura. O canta en el estudio al menos, que así te corrigen todo lo que se salga de madres.

lunes, agosto 21, 2006

Cry til the morning (Richard Ashcroft)

Hoy he decidido enfundarme de nuevo el traje, aunque la idea, de buenas a primeras, fue dejar las armas y olvidar los viejos tiempos; sin embargo algunas necesidades son innatas y se hacen del agrado de uno aunque sea a escondidas y en ninguna parte. No soy tan mala persona, creédme.
Gambito es una oda al libertinaje pues representa para mí escupir lo que desee detrás de este disfraz y quedarme tan ancho y a gusto como después de un buen chuletón.
Hoy he vuelto lleno de atrevimiento y desparpajo porque anoche saldé cuentas conmigo mismo; me mostré hiriente cuando fue necesario y la sangre salió de la misma manera que cuando picas un globo lleno de agua.
Hoy se puede decir que me duele todo pero el contador está de nuevo a cero porque ya he dicho que recé por mis pecados, analicé las raíces cuadradas de mi comportamiento bajo presión, me olvidé del odio y de las rencillas personales y me hice las promesas necesarias. Fue precioso.
Así las cartas ahora están descargadas y encima de la mesa y me limito lleno de paz a oír este temazo de Richard Ashcroft, que se ve que a veces también llora hasta la mañana siguiente porque siempre hay un mañana y un sol, una lágrima y una sonrisa... y alguna buena gente y algún cabrón.
P.D: Gracias por soportar 100 post como dardos hacia ningún sitio.
Ella sigue, tal cuál, a mi vera... juntos en la lucha.

jueves, agosto 17, 2006

Una tormenta sutil (de Giles Blunt)

Entrar a una libreria y encontrarte un tesoro a golpe de suerte y de limpiar las gafas de vez en cuando es una bendición. Luego sales tan contento como si te sacaran a hombros y te hubieran metido las orejas y el rabo en los bolsillos.
A Giles Blunt me lo tropecé por casualidad en un regalo no esperado y a destiempo; pero su nombre se me quedó grabado después de esa novela como las chuletas que un buen amigo hacía con esmero antes de cada examen en la facultad. Así es como encontré hace poco "Una tormenta sutil".
El libro continua con buen hacer la trama de "40 maneras de decir dolor" que comenté hace bien poco, con ese detective llamado John Cardinal metido en otro asunto sucio en un pueblo canadiense presa de la nieve, el frío y los zumbados que andan en todos lados.
Será porque ya iba metido en la piel de los personajes pero me lo leí salvajemente, abrigado con las sábanas en pleno calor pero sufriendo una tormenta de mil demonios entre las páginas. Lo cierto es que me gusta como escribe, me gusta una barbaridad. Le doy un 8.
Ahora anda metido en una cuarta entrega dice en página de este detective citado. Y que no lo deje por el amor de Dios.
http://www.gilesblunt.com/
Si el bolsillo lo permite dadle una oportunidad y me contáis.
Piratas del Caribe 2 (de Gore Verbisnki)

Ya me pasó por aquellos entonces, y ¡zas! volvió la misma sensación unos cuantos años después. Piratas del Caribe no llega a entusiasmarme (ni creo que lo haga), se queda a mitad de camino entre la tontería y el aburrimiento, como entrar a un ring sin los guantes bien puestos y sin tener ni pajorera idea de dónde soltar un golpe que nos lleve a la lona.
Se necesita algo más que unos "guapos" de turno y de dinero contante y sonante (del cofre o de donde demonios quieras) para montar una película, que aunque recaude la tira, debe ofrecernos refresco dentro del caramelo.
Si quito a Depp del pastel - el cual debo decir que en los últimos años se ha ganado mi respeto totalmente - la tontería roza el absurdo. Sólo efectos y efectos y una historia que tardaron en inventarse 5 minutos y que dura dos horas y media en la pantalla grande (la última es tétrica, trágica y dramática porque no sabes ya dónde coño meterte).
En Filmaffinity por aquellos entonces le solté un 4 de valoración como quien no quiere la cosa (tampoco me arrepiento). La continuación sigue por el mismo camino y no merece tampoco mucho más.

viernes, agosto 11, 2006

De compras

El verano es una mezcla de calor sofocante y gente por todos lados, la mayoría de ellos disparatados por las rebajas o por poner el culete blanco de abejorro al sol.
Antes era un derrochador y un consumista empedernido, tan adicto como el borrachito del barrio a los cubitos de hielo. Con los años me voy reformando sin terapia pero aún tengo mis ataques de ansiedad.
Hoy, después de mover mi pandero por la ciudad, ha sido inevitable hacerme con tres libros:
1) Una tormenta sutil de Giles Blunt. Autor que me gustó bastante tras su "40 maneras de decir dolor", el cual, comenté hace unas semanas.
2) Un tipo implacable de Elmore Leonard. Novela negra a tope espero.
3) Travesura de la niña mala de Mario Vargas Llosa.
En unas semanas comento. Es el momento de devorar las letras y de meterse en terreno pantanoso.
La catedral del mar (de Ildefonso Falcones)

Que sirva de precedente porque ya lo he dicho unas cuantas de veces: No me he leído "Los pilares de la Tierra" de Ken Follet. Lo he intentado tres veces... pero no puedo con sus primeras 80 páginas. Y, aunque ya es cosa de honor y cabezonería, de momento sigue en mi carpeta de "asuntos pendientes"...
Sin embargo, Ildefonso Falcones si logró captarme a las primeras de cambio. El libro, situado en la Cataluña del siglo XIV, tiene todo lo que buscas. Es muy ameno y el ritmo es, a veces, voraz y, otras veces, frenético te arrastra en volandas por la vida de nuestro héroe, del cual prefiero no contar nada para que las sorpresas se destapen por si solas.
Si cabe un pero es la velocidad en la que entran y salen personajes que tuvieron cierta substancia dentro de la obra y el final que estuvo justito, justito.
Pero merece una nota buenísima: 8.3.
Todos a una

Cuando era pequeño siempre practiqué deportes de grupo. En los partidos importantes, cuando se nos iba el orgullo y la vergüenza, recuerdo que uníamos las manos y jurábamos lo mejor de nosotros mismos a modo de grito, que buscaba intimidar y sacar de nuestras almas la valentía necesaria para levantar el resultado. Y en mi cabeza retumbaba este: "Todos a una, todos a una". A veces salió bien y otras salió muy mal.
A lo que vamos... El libro que consta de una novela corta donde conocer a este hijo de escritor es un gustazo, con algunos momentos de lucidez absoluta y una voz propia que se deja oír alto y fuerte. Los relatos cortos no están mal, sobre todo el último, el resto se deja leer sin más porque te pierdes un poco, o al menos yo lo hice entre tanto rizo rizado. Pero el libro, al que me juego el pellejo, se llevó la corrección del maestro, es una apuesta segura.
Lo apruebo con notable: 7.

jueves, agosto 03, 2006

Crisis de Identidad

Lo achaco al calor, ya sabes, estos golpes invisibles que te dejan a cualquier hora medio mamado, con la boca seca y la espalda a lo Río Grande; por no decir nada de los sobacos y del olor imperturbable a sardina y derivados. Debe ser eso. No puede ser otra cosa.
El caso es que, hace poco, sufrí uno de estos episodios a carne viva. Y más que quedarme sudando, me quedé acojonado. Y aún no me he repuesto. No sé cuánto me durará el asunto. Lo que sé es que a cada rato me tomo el pulso.Acostumbrado a ir a marcha forzada sin tino, sin aliento y sin ganas, cuando te llegan las vacaciones bajarte del caballo de carreras a toda leche, más que costar, agota. Y es peligroso, peligroso. Así, te ves, de repente, te quedas quieto, mudo y triste con la agenda vacía y un tropel de horas para tocarte la chimbamba; lo cual parece que arriba, quien te tiene ganas de todos los yo que existen, tiene la libreta llena de preguntas para el siguiente estupendo interrogatorio.
A las primeras de cambio ahora ya no sabes ni quién eres, ni cómo has llegado hasta donde estás y, ni mucho menos, hacia dónde va el simpático taxi amarillento en el que te montaste hace tiempo. ¿Cuánto tiempo hace que no dominas tu vida? ¿Eres aquel cabezón enano que bautizaron con aquel nombre hace “sienes” de años?Piénsalo un rato. No te garantizo nada bueno. Y te aviso, esto no se va poniéndose de lado y echándote unos gases con la postura adecuada. Esto se trata de tocar las “teclas prohibidas” y nunca se sabe que consecuencias tiene.
Así que cada uno mastique las respuestas como los pistoleros en una de Sergio Leone y escupa al suelo lo que pueda.