viernes, agosto 11, 2006

Todos a una

Cuando era pequeño siempre practiqué deportes de grupo. En los partidos importantes, cuando se nos iba el orgullo y la vergüenza, recuerdo que uníamos las manos y jurábamos lo mejor de nosotros mismos a modo de grito, que buscaba intimidar y sacar de nuestras almas la valentía necesaria para levantar el resultado. Y en mi cabeza retumbaba este: "Todos a una, todos a una". A veces salió bien y otras salió muy mal.
A lo que vamos... El libro que consta de una novela corta donde conocer a este hijo de escritor es un gustazo, con algunos momentos de lucidez absoluta y una voz propia que se deja oír alto y fuerte. Los relatos cortos no están mal, sobre todo el último, el resto se deja leer sin más porque te pierdes un poco, o al menos yo lo hice entre tanto rizo rizado. Pero el libro, al que me juego el pellejo, se llevó la corrección del maestro, es una apuesta segura.
Lo apruebo con notable: 7.

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