domingo, abril 26, 2009


La soledad de los números primos (Un libro de Paolo Giordano)

No es fácil entrar en el vagón de los hombres rotos. Hace frío, estás desnudo, sujetándote las rodillas con fuerza, jugando con el tiempo como si fuera plastilina mientras el tren no se detiene y pasa y pasa estaciones, o eso parece, y tú no alcanzas a ver más allá de tu propio vaho. Yo tengo la facultad de encontrar el camino, allá caigo con todos mis temores y dudas, me hundo, me rompo en mil pedazos y me regenero de mi propia esencia. Es un círculo costoso que ayuda a continuar con vida.
Para salir de allí hace falta un impulso tremendo, un aliciente lo suficientemente fuerte y que valga la pena.
Dentro de un vuelo (no comento la aerolínea porque no me ha dado financiación) en su revistucha particular me llama la atención un título: "La soledad de los números primos". Me escuece la curiosidad, un imán me arroja hacia la luz... Decido asomar la cabeza y salir. Bajo del avión y no me lo pienso, en diez minutos lo tengo.
Paolo Giordano tiene sólo 26 años y ha escrito una maravilla y me da la impresión que le ha salido como si nada, de manera espontánea. Es tan poético el relato, con una primera mitad soberbia que no puedes parar de leer (2 días), que debe leerse, que llega, que atraviesa, que te rompe como un cristal bajo presión.
La soledad de los números primos basándose en los número primos gemelos, unos números que próximos nunca llegan a tocarse, separados siempre por un número par, es simplemente maravilloso.
Paolo aborda la narrativa como si fueras una rana indefensa bajo su bisturí, te anestesia, te disecciona y te hace ahondar en el interiorismo del ser humano. Curiosas reflexiones, experiencias, personajes a su corta edad. Grande Paolo, grande, grande.

Lo mejor: Descubrirlo; su primera parte: ce magnific.
Lo peor: Su crudeza; la tensión que genera.
Lo esperado: Queremos una película bien hecha: YA.
Puntuación: Ahora no estoy nada objetivo.

lunes, abril 13, 2009


Soy leyenda (una película de Francis Lawrence)
100 minutos. Año 2007.

Un mes sin venir a mi rinconcito, oculto, removiendo a pala negro alquitrán en mi gran olla de barro. Todo me sabe mal con sal en las heridas... Y justo cuando pensabas que todo acabó, el viento remueve mis cenizas y me da por volver. Caprichoso como el azar. Impertinente como la mosca cojonera. Estúpido como sólo yo me propongo.
Un mes... partido en dos de risa y molesto con las críticas de bobos y sabiondos acerca de Watchmen... y no quiero hablar más del tema. Idiotas a patadas hay a montones. ¿Qué demonios estamos buscando en este séptimo qué?
A lo que voy que me atrofio:
Soy leyenda me sorprendió. Me sorprendió porque, testarudo, me negaba a verla ante tanta mala prensa. Error. Un de tanto, de miles y los que quedan.
Exáctamente "Soy Leyenda" tiene 59 minutos muy notables, incluso lúcidos y es, cuando empiezan los monstruitos y las idioteces que molan a la urbe, cuando me llega como patada a la entrepierna. Y se hunde como un submarino en manos de un principiante.

Lo mejor: Will Smith lo clava y mola; el tipo haciendo dominadas es digno de ver; el rollete de lealtad con el perro.
Lo peor: Algunas cosas no me encajan en el puzzle y hacen que el garete quede bastante cerca.

Puntuación Filmaffinity: 6,3
Puntuación GambitoKing: 6