viernes, mayo 30, 2008


Into the wild (una película de Sean Penn)
140 minutos. Año 2007.

Aún hay esperanza. No debo dudar más. Aún hay estrellas en el cielo y gente, aunque escasa y rara, que tiene la determinación de hacer las cosas de otra manera. Creo que, ya sea dicho de paso, más elegante, más personal y más profunda.
Into the wild es una de esas obras maestras que pasan inadvertidas porque es tan inquietante y bella que nadie tiene tiene tiempo para pensar en ella. Porque es como el amor: o te llega o no te llega.
Sean Penn nos ofrece parte de su alma para enseñarnos cómo se resquebraja un hombre en la cruda naturaleza de Alaska en busca de sí mismo, lejos de la ciudad, de su familia y del dinero.

Lo mejor: Pensar inevitablemente en ella y en sus reflexiones; alguna fotografía es absolutamente maravillosa; la BSO también me dijo cosas.
Lo peor: ¿Por qué diablos no tengo yo este libro?; una perla, una de pocas, que me perdí en pantalla grande; un pelín, pelín larga.

Cercana al nueve. En mí hizo diana.

Michael Clayton (una película de Tony Gilroy)
119 minutos. Año 2007.

Michael Clayton tiene un principio fabuloso, de los que a mi me gustan, y es que desde que empiezan los créditos la historia tiene que empezar a rodar. Y lo hace.
La trama: Michael Clayton trabaja desde hace muchos años para un bufete muy famoso de New York, pero da la casualidad que no es abogado, simplemente soluciona problemas sin ningún tipo de preguntas... hasta que éstas llegan.

Lo mejor: Globalmente es sólida; Tilda Swinton que lo borda y se llevó su estatuilla a casa; Tom Wilkinson se hace totalmente con el personaje.
Lo peor: No hace aguas a simple vista ni va de sobrada.

Tuvo 7 nominaciones, lo cual, no significa nada, o lo significa todo.

miércoles, mayo 28, 2008


Leones por corderos (una película de Robert Redford)
90 minutos. Año 2007.

Cuando se ve Leones por Corderos uno se aburre, y parece incomprensible esto que digo con el específico peso que en pantalla tienen la Streep, Cruise y Redford, pero es sólo eso, imagen, el texto desde una triple visión en el que se centra la película fracasa... pero como los americanos: a lo grande.
De hecho, han pasado unos días desde que la ví, y casi no quedan marcas en mi cuerpo, casi ningún recuerdo, ni ninguna emoción. Gracias, señor.
El texto no despertó en mí nada, ni tan siquiera aumentó un latido mi negro corazón.

Lo mejor: Creo que los gusanitos que me comí frente al TV.
Lo peor: Con esta metralla de actores uno tiene que salir a ganar. Y pierden.
Rambo (una película de Sylvester Stallone)
93 minutos. Año 2008.

Después del visionado de Rambo (sí, es la cuarta parte... yo lo tuve que buscar en la red porque entre tantas secuelas nos vuelven locos) uno no sabe si ha visto una película gore o una película cutre de acción, porque, esta vez, Stallone, que te tenemos mucho cariño, no había ninguna razón para volver. Y menos de esta forma ramplona.
Lo dicho que el ketchup estaba de rebajas y los maniquíes a los que quitarle brazos, piernas y cabezas estaban a mitad de precio.
La trama: El guión estaba listo calentando una taza de leche en el microondas: Rambo vuelve y mata, pero es bueno.
Más que entretener, Sylvester da pena, porque este hombre de 62 tacos ya, no es ni un reflejo de si mismo entre tanto anabolizante y botox.
Lo mejor: ... No sé tendría que meditarlo durante años.
Lo peor: ¿Acaso puede haber algo peor? Perdón, sí, sí, que se está pensando hacer una quinta parte.

Sólo recomiendo verla si se acaba alguna vez el whisky. 

martes, mayo 27, 2008


Los crímenes de Oxford (una película de Álex de la Iglesia)
110 minutos. Año 2007.

Sí, Los Crímenes de Oxford parece una película de cualquier nacionalidad menos española, para bien o para mal, aunque ya era hora de ocultar ciertas de nuestras raíces de chistes horteras y tetas fáciles. Y sí, a mi me gustó para berrinche del clamor popular.
La trama: Un joven estudiante viaja a Oxford para conseguir que un profesor brillante de lógica lo ayude en su tesis. Pronto, llegará el primer asesinato.

Lo mejor: La fotografía y la BSO; John Hurt está muy creíble; algunos enunciados son potentes y te hacen pensar.
Lo peor: La tildan de fría, puede que lo sea, pero ahí radica su brillantez. Todo es muy estéril. 

Se hace justicia viéndola, sobre todo, porque es nuestra y porque elegimos caminos diferentes a la cutrez, a lo soso y a lo cotidiano.


viernes, mayo 23, 2008


Cloverfield (una película de Matt Reeves)
65 minutos. Año 2008.

Aquí estoy en mitad de la noche, con algunos asuntos entre manos, con muchos posts en la cabeza, probablemente más interesantes que este propio... pero es que si no lo digo reviento: Alquilo Monstruoso, petardo que me olía a kilómetros y que, como soy masoca, tengo que ver para poder plasmar en palabras. Pues sí, otro robo en OK Corral.
Bien, dicho film, por llamarlo de alguna manera, de 65 minutos, ojo al dato por si por falta de tiempo no puedes ni comerte las palomitas, es una pérdida pequeñita de tiempo (compren libros).
Rodada cámara en mano (qué guay y novedoso) y desde el punto de vista de unos superguapos adolescentes que, en medio de una fiesta de despedida, se dedican a huir con la flamante idea de ir grabándolo todo... es como la típica peli de la familia que va y compra la típica casa en el quinto pino y más sola que la una. Coño, es que es para que le pasen cosas.
Vale, pues ya está... eso es todo. Hasta la próxima. Dejen los billetitos en la caja.
Lo mejor: Su duración y su BSO ya que no tiene.
Lo peor: Verla.


Indiana Jones y el templo de la calavera de cristal (una película de Steven Spielberg).
Año 2008.

La ocasión lo merece, así que me acicalo con delicadeza y me pongo mis mejores galas: unos vaqueros y una camiseta negra de Half Life 2. Los románticos como yo no merecemos morir.
De hecho es el romanticismo el que me lleva, después de tres meses, a un estreno en cine. Reconozco que me vuelvo con los días más áspero y tozudo pero es que la cartelera en este tiempito que cito ha sido, a modo de risa, chiste tras chiste o atraco tras atraco. Aunque a mí me han visto el peluquín, ahí os queda esa.
Me satisface ver que muchos románticos de mi quinta llenan el cine; de verdad, sus ojos están llenos de magia, niños revoloteando todavía en su interior, al fin y al cabo, llevan mucho esperando, porque estos niños olvidados no saben ni cómo ni porqué ponerse ya el sombrero y el látigo que siguen cogiendo polvo en el baúl. 
Este romanticismo es el que hace daño y el que uno no puede olvidar sino resignarse a llorar cada año cuando toque. Y toca.
Repitan conmigo: Soy idiota, eres idiota, somos idiotas, porque esta parte de Indiana, que mi cerebro hace por resetear para siempre lo considero un insulto a todos esos románticos que, como yo, íbamos a por todas, de corazón, a por buen cine.
Spielberg se rodea de los de siempre en el montaje, fotografía, música... Así que no sirven las excusas. De ninguna de las maneras.
Me deshago en halagos a ciertos momentos, sobre todo, fotográficos, algún chiste de los me río con ganas, la persecución en coche muy a lo Indi (casi lo mejor)... y luego todo decae, se marchita o lo matan. Y sin palabras me quedo... 

Lo mejor: Harrison Ford por haber encarnado a dos personajes antológicos en mi vida: Indiana y Han Solo; su sonrisa de Indiana llena de cinismo y sarcasmo; alguna foto como dije.
Lo peor: La historia... se pasaron tres o cuatro o siete pueblos; que maten el romanticismo y no nos respeten.
La puntuación me la ahorro... el vaso está medio vacío. 

miércoles, mayo 21, 2008


La carretera - Un libro de Cormac McCarthy
Pulitzer 2007

Es mi primer acercamiento a la literatura del Sr. Cormac McCarthy. Y, por favor, creedme, por decirlo de una manera callejera, cercana y corta: es un grande.
Llego a este libro a través de mi hermano, ávido lector con cierto gusto por los clásicos y la literatura negra, y por ver de refilón un post de Maladroit que no quise leer en su momento (lo haré ahora: prometido).
A decir verdad, hacía tiempo que no me enamoraba de una manera de narrar tan dulce, tan trágica y tan rítmica, que unas letras tan ordenadas no me llenaban de esa ansiedad y ganas de leer a todas horas, con la historia metida en el casquete a cada sombra que proyectan tus pasos.
La carretera es una obra maestra que te desgarra con violencia, con frases preciosas para el recuerdo, con las palabras colocadas como una losa para que pesen y hagan mella en tu memoria.
No sigo. Más bien me exigo parar y ordenar esta historia en mi cerebro... ¿Por qué me la habré leído tan rápido?

Lectura obligatoria y fundamental.

P.D: Navegando un poco empieza el terror de saber que la llevan ya al cine y que Viggo Mortenssen (que da el pego) hará de protagonista y Charlize Theron de su mujer... que no trasformen la luz en oscuridad. A Dios le pido.

sábado, mayo 17, 2008


Hannibal Rising (una película de Peter Webber)
Año 2007.

No engaño a nadie: me gusta como escribe Thomas Harris, que a esta saga también siendo honesto, ya por último, le ha hecho algo de daño. Nadie sabe parar cuando los billetes son verdes.
Me gusta su exquisitez y ese personaje de Hannibal Lecter que pasará a la historia, como no puede ser de otra manera y, por otra parte, con toda justicia.
También como he dicho otras sienes de veces, un libro lo da todo... y sobra decir que esta película se queda a la mitad y perjudica más de lo que da.
De hecho Hannibal Rising es una película del montón que no aporta sentimiento ninguno.
Lo mejor: Yo en el sillón creo.
Lo peor: Que perdiera uno o dos sueños.
Muy floja.
Hitman (una película de Xavier Gens)
Año 2007.

Hitman es como conducir 100 km, donde apenas recuerdas lo que pasó en el trayecto.
Estas películas basadas en videojuegos y de tinte palomitoide penden del hilo argumental más fino que pudiera tejerse. De hecho, son capaces de crear lo justo de nada. Y creo que se quedan contentos y todo.
El agente 47 ni te da ni te quita, o sea, que da igual que con sal o sin sal, porque no sabe a nada.
Lo mejor: El detalle de los frikis jugando al propio juego.
Lo peor: Que se creen estas milongas como churros.
Muy floja.




jueves, mayo 15, 2008


Ser un Laker

Ni en los mejores sueños de Pau la cosa salía tan redonda: Irse de un murga desafinada que da pena y andaba dándose paseos por todo USA a pasar a jugar en un ciudad como "Los Angeles" con todo el glamour que esto conlleva y bajo la mirada atenta de Jack Nicholson en plena banda lateral.
Ahora veo cómodo a Gasol. No tiene el papel principal: está entre agazapado y escondido, y disfruta viendo como Kobe se lanza hasta las zapatillas (esta que os pongo por cierto).
Eso sí, sigue igual de blandito bajo los aros, recibiendo castañas de tipos de dos metros justitos que le castigan, le dan candela y le quitan el rebote y el orgullo. Pau debe mejorar eso. Y el tirito de cinco metros. Y...
Ahora, mientras escribo esto, acaban de ganar el quinto partido de la serie contra Utah. ¿Merecido? Vete a saber. Los Lakers juegan a tirones, por momentos son fantásticos y por momentos catastróficos, y entre eso y que Utah parece no atinar en los momentos claves pues la serie va de ciudad en ciudad con el factor cancha a cuestas.
Pero disfrutamos, viendo a a Leron Willians, el base de Utah, que es un auténtico fuera de serie y como estos tipos de Jazz tan rudos talan brazos, reparten codos y otras lindezas.
Pero esto es la hora de playoffs donde si pierdes vas al sillón de tu casa a comer perritos y poner el canal de pago y donde el tipo que vale no se esconde ni se arruga y asume responsabilidades. Así que me pregunto: ¿Es la hora de Pau?