Slumdog Millionaire (una película de Danny Boyle)
120 minutos. Año 2008.

Justo antes de empezar devoro algo parecido a un sandwich club y una coca cola zero (ya saben sin azúcar... ahora el que consume azúcar está vetado por la ley, o son bichos raros o casi son perseguidos por la sociedad como judíos en su fatale époque). Media hora después me duele la tripa una barbaridad por esta película de m... a la que quieres o terminas odiando hasta la eternidad. Yo en un fifty-fifty, soy duro como el queso de años.
Slumdog Millionarie tiene una hora brutal, la primera, donde es todo ritmo, la cámara está impresionantemente bien colocada y todo es luz y buen hacer. Luego se pierde el equilibrio como el hielo fuera de su hábitat que acaba por perder su forma y se derrite.
Personalmente estos temas de pobreza (¡es lo que hay chicos!), donde reflexiono, sobre todo, en los niños y en lo afortunado que soy y lo mucho que me quejo me sientan como una pedrada en todo el careto (o más abajo). Y lo hacen porque, al final, es un engañabobos... de hecho la peli recaudó lo escrito y más allá, ganó un chorro de Oscars y los cuatro o media docena de indios, que vivieron un sueño corto, siguen en la jodida pobreza mendigando una casa que al parecer estaba en el contrato y demás trampas de los que redactan y se guardan todo en el bolsillo. O sea, o te duele la barriga o te revienta la úlcera. O te ríes como si estuvieras viendo a los cuatro payasos. Elige.
Es hermoso soñar y puede que todo esté escrito o no, si es así, Dios se lo está pasando divino con esta historieta individual de cada cual. Y estará partido. No me cabe duda.
Para mí... me falta por ver algunas de las nominadas... lo siento pero ésta no fue la mejor película del año.

Lo mejor: Los actores: todos; la primera hora; su color, Danny Boyle es otra debilidad personal.
Lo peor: La vida real y la pantomima que vivimos, escondidos, muertos de miedo por no oír más allá de nuestras cuatro paredes.