No es país para viejos (una película de los hermanos Coen)

Es una tarde cualquiera. Esta vez reservo las entradas por la red, y es que no duermo: todavía no me he olvidado de la vaca. Una "simpática" de turno de un simple pedido de cortado leche y leche y café con leche pone lo que le sale de ahí mismo (¿no hay eles en los bares?).
A todas estas parece que va a llover, de todas formas, ya me había levantado a pierna cambiada.
Entramos. Pillamos chuches para el cine y para ir de vientre tres o cuatro horas más tarde.
Otra palurda nos rompe las entradas de mala gana. Una chica normal, mira por Dios vaya suerte, nos indica el sitio para sentarnos.
Parece un día de furia pero todo viene a colación...
Sólo el buen cine puede hacer que los "ladrillitos con refresco" no lleguen a mi paladar. Empieza el cine de los Coen... y es de armas tomar.
La película tiene una narrativa visual brutal, no es cine corriente, éste se desborda y te descoloca. Ya no estamos para chuminadas, es como las series de olas, si esperas puede que pilles el tubo.
Bardem lo borda, eso sí, ha tenido suerte y así lo predica a los cuatro vientos, detrás hay genios sin lámparas.
Lo mejor: De principio a fin, ni sabes ni sabrás; el sonido; Bardem en un psicópata sin un cómo ni un porqué.
Lo peor: Esta marea de violencia que nos azota; que nada fuera como antes; que viera el trailer de Pozos de Ambición me gustará un montón, así que me da que la cosa va a estar entre las dos.
Sobresale.