domingo, febrero 17, 2008


Sweeney Todd (una película de Tim Burton)

El reclamo para el que me escuche es un cine diferente, ni mejor ni peor, sino diferente, porque Burton es un tipo peculiar, de eso no cabe duda, y tiene el innegable talento de conseguir transformar lo lúgubre, gris y triste en algo que tintinea y que es hermoso. Y en eso anda y sigue poquito a poquito.
A mí, por ejemplo, oír su nombre me es suficiente para acudir como un cohete porque su cine, a bote pronto, me enamora.
A colación y haciendo un poco de resumen de su carrera como cineasta, Burton sólo ha cometido un error (grave todo hay que decirlo): El planeta de los simios, donde no encajaba desde el principio y no pudo brillar. Nadie es perfecto.
En Sweeney Todd está a sus anchas, se regocija, disfruta y te hace disfrutar como un niño feliz. Este musical que cuenta como un feliz barbero es condenado injustamente y separado de su mujer y de su hija vuelve a Londres años después para vengarse tiene, otra vez, ese tándem que va a pasar a los anales de la historia del celuloide: Burton - Depp.
En el libro "Tim Burton por Tim Burton" ya nos avisaba el propio director que se había fijado en el actor por la fuerza de su mirada. Aquí Johnny literalmente se sale del mapa, porque el muy ... hasta cantar canta bien.
Lo mejor: Otra estrella más en el universo de Burton; como siempre la ambientación, el maquillaje... todo lo técnico; los actores de 10: todos, incluso su mujer que siempre la ponen a parir; no doblar las canciones fue un acierto total que podría haber sido dramático.
Lo peor: Alguna canción con la fuerza necesaria para recordarla y que me llenara la barriga de pájaros.

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