jueves, julio 29, 2010



El libro de las cosas perdidas


No puedo explicarlo o, más bien, no sé cómo explicarlo: me siento como un niño. Es la sensación que siempre tengo cuando Connolly llega a mi vida.
Esta vez voy a darlo todo, voy a disfrutarlo desde el principio, sólo sé que tengo que cogerle de la mano y, confiado, cerrar los ojos para entrar en su mundo. ¡Va a ser maravilloso!

No hay comentarios: