miércoles, febrero 29, 2012

La tecla del herido sagaz






En blanco y negro quizás se me reconoce más, bañado en tinta oscura o envuelto en estas sombras.
Así soy más voluminoso, con más espacio para ser herido; mientras una ristra de
dolores suben y bajan, aprietan y sueltan mi ánimo gris y triste. Touché.
Gambito herido, cabizbajo, negativo. Ese soy yo.
A colores, lo reconozco, no me hallo. No existo y mi corazón no palpita.
Estoy débil y me siento como tal. Pero respiro a ratos y tiemblo en la certeza de estar vivo.
No busco que me escuches (tampoco sé cómo resueno en tu cabeza)... hoy sólo me vale que estés ahí.
Mañana prometo ascender como un cohete hasta el cielo. Será mañana... un mañana que nunca llega.






No hay comentarios: