El alumno
Tres disciplinas en una.
Un deporte completo y desconocido.
Un sacrificio enorme.
Horas y horas...
en el agua,
en la carretera,
en el monte.
Siempre solo,
oyéndome,
siempre solo,
alentándome.
Ahora he incorporado lo que me faltaba,
la pieza para el engranaje perfecto:
tengo al mejor entrenador del mundo.
Gracias por cuidarme.
Gracias por enseñarme a sentirme deportista.
Para ti D. L.
Eres un fenómeno.
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