Noviembre 2007

El tiempo pasa volando. Sin darme cuenta llevo dos años metido en el ajo: escribiendo aquí pequeñas impresiones literarias, cinéfilas, discerniendo sobre mi estupidez y la que me rodea, filosofando sin clarividencia... en un intento de no perder el tino ni con la realidad, ni conmigo mismo, ni con mi saquito de letras.
De momento, resisto al invasor y no cuelgo la toalla.
Inflo globos, tiro confeti, me pongo la máscara habitual y pito que te pito (¡Qué mal sonó eso!).
El siguiente vídeo se lo dedico a un amigo. Él me lo recordó. Es motivo de innumerables risas en la cenas donde el vino tiene presencia indiscutible... porque al verlo es imposible no reírse. Grande risitas, grande, grande.