Adiós, Antonio, adiós
Hoy todavía, si cabe, creo menos en nada... hoy se ha muerto Dios. A los que tuvimos la suerte de disfrutar de su sensibilidad en directo, guardad ese tesoro como oro en paño, ya que no volverá jamás porque, maldita la suerte, uno de los últimos poetas se nos ha ido por la veredita azul.
Espero volver a verte y oírte en un universo paralelo, escribiendo entre nubes, ardiendo en el infierno o donde coño sea.
1 comentario:
Me uno a tu sentimiento por esta pérdida. Porqué la vida no da más opurtinades a quién se lo merece. Todos nos equivocamos, pero cuando intentamos solucionarlo, a veces, es tarde. Por tí, Antonio Vega
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