Hellboy 2: El ejército dorado (una película de Guillermo del Toro) 110 minutos. Año 2008.

Hace unos días un amigo me decía que si uno se llevaba por este blog nunca iba al cine. Da que pensar... pero sólo un poco. Después de ese suspiro le diría que por cada bodrio que yo le ahorro (x 2 - su mujer claró está entra en el paquete) lo metiera en una hucha-cerdito y que dentro de un añete por vacaciones estampe el porcino en pedazos y vea la mayor de las sorpresas. Y quiero un 2%.
A lo que vamos: Hellboy es una puñalada en un corazón enamorado, una carne sabrosa sin hacer, una canción sin música. De los comentarios que he leído por ahí no coincido con ninguno. Lo cierto es que Hellboy no llega y lo peor es que su objetivo no sé si era alcanzarnos.
Una cosa está clara, Ron Perlman es Hellboy, tiene el personaje, como quien le da Dios un don divino, metido en la piel hasta sus rojas entrañas. Y quiere más no poder... pero no le han dado un buen guión. Selma Blair está como indefensa, tímida y da la sensación de perdida. Y es que, en general, todos flaquean porque la estructura es puro mimbre. Si soplas todo se va al garete.
Guillermo del Toro amplia su universo, de acuerdo, pero tanta amplitud, y aquí viene la desgracia, nos deja vacíos.
Me queda en la duda: ¿el guión es de Mignola y del propio del Toro? Estarían pasadísimos.

Lo mejor: La melopea de Abe y Rojo; los pequeños momentos en que Rojo y Selma se vuelven tiernos (estoy blandito últimamente); Luke Goss como príncipe Nuada está intachable.
Lo peor: La decepción que por ser Guillermo del Toro es como el infinito de peor; la sensación de que todo está soberanamente visto.