jueves, noviembre 10, 2005


Reflexiones en voz alta I

A quien proceda... Porque no puede ser de otra manera.
Los escritores frustados como yo vamos y venimos según azota el viento. No tenemos la exclusividad absoluta de nuestro tiempo para discurrir entre letras; y son en pequeñas escapadas cuando encontramos el camino.
Muchas veces el camino no llega a ninguna parte. Estos son algunos de los textos incompletos...



Del todo, la peor parte

Hablan. De los pequeños detalles, de la expresión comedida, de una muerte esperada a medio venir. Siguen. No paran. Que si el ritmo no es conveniente, que si la palabra discorde no enlaza sino rompe, que si la trama es tan previsible como el triste atardecer. Comentan a modo cruel porque el que juzga no siente ni padece, porque el que habla apenas oye más que el viento de su voz, porque el que critica hiere a destajo, de malagana y sin pudor. Y duele. Aunque no en demasía porque por dentro ya somos parcos en el trazo.

Por otro lado yo, las ganas de crear un mundo, de afilar palabras en consonancia con mi alma, de retocar los detalles fiel al que es delicado con el arte, cuidando el hacedor hasta las sombras que proyecten los fantasmas, de enseñar un corazón lleno de pena, de pintar con dulzura sentimientos de colores porque sino no se va a ningún sitio, de gastar las horas con uno mismo en ecos de fría soledad, de luchar a muerte con la inspiración y con la vida, de oír la música que sale de mis dedos. Suena tan hermoso pero que terca y complicada la hazaña es.

En medio, el pasadizo que quiero mostrar para que entren, para que vean, para que sientan. Despacio. Sin prisas, chicos, porque el camino no para sino crece, que en mí la pena hiere, muere y renace. El violín toca a todas horas, sólo hay que estar en el sitio señalado para disfrutar de la triste melodía.

Y si no ves el camino, lo que dentro yo tengo, y si no ves el sentido, ni el motivo a lo que vengo, entonces de lo que dicen, de lo que cuentan, de lo que soy, de lo que inventan, de lo que creo, de lo que leen, de lo que veo, de lo que en persona soy, de lo que hacer ver me empeño, tú, mi razón de ser, yo, mis ganas a todas horas, de liberar lo que duele, de contar tristes cuentos, de sentirme al fin y al cabo un ser, liberarme de mis penas en forma de…




3 comentarios:

picara dijo...

Gracias por tus letras,ahora con el blog espero empacharme de ellas.No decaigas en el camino,y si lo haces,mira hacia atrás que allí estaré yo para acompañarte.

Maladroit dijo...

...joder me da apuro postear algo detrás de esas palabras... como cuando eramos pequeños logras inspirarme (no es coña). Nos haces querer ser mejores.

El Club de los Poetas Muertos sigue vivo... ahora es más necesario que nunca.

gambitoking dijo...

A Pícara que me robó mis poderes y mi corazón con un solo beso. Solo a ella. Y a mi voces que a todas horas suenan en mi cabeza. Por suerte o por desgracia.

A Maladroit por empujarme hacia el abismo. Gracias. A veces uno necesita ciertas cosas para poder seguir "viendo".