lunes, septiembre 11, 2006

11 S

Hace 5 años - el tiempo no da tregua y sigue y sigue - me sentí vulnerable, más de lo normal, y tuve más miedo que nunca.
"Vamos a morir - me dije - y va a ser de un momento a otro".
Me equivoqué. Ahora es infinitamente peor porque vivimos con el terror bajo la piel. Y eso ni se digiere ni se traga; esa como dicen por ahí te la comes con queso.
Ahora no puedes ni llevarte una revista contigo en un avión (ni móvil, ni música, ni la leche del niño) y a la mínima el temido guante entra a la velocidad del rayo en tu culito como si nada. Y más vale y te quedas calladito y con las sonrisitas justas porque la cosa puede volverse peor de los peores, que los americanos son muy burros, que eso lo sabe todo Dios (aunque luego los tima el más lelo).
Hoy, o ayer ya, fue día de luto, de recordar, de reflexión, de análisis... de pensar que este mundo es nuestro y que, hoy por hoy, ya estamos un poco harto de barreras, pieles y chuminadas de esas.
¿O es qué hemos evolucionado poco?

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