viernes, octubre 06, 2006

Las puertas

En algún escrito que otro (para quién ha tenido la suerte o la desgracia de haberse desmembrado el cerebro en ellos: sorry) he hablado de ellas con más o menos extensión. Y, hoy por hoy, me sigo acordando de ellas, de vez en cuando, porque las puertas son necesarias.
Quizás, a título personal, son las que nos dan el rumbo o la curiosidad malsana para seguir adelante. La vida es abrir y cerrar puertas continuo al fin y al cabo.
Sin ellas, si hiciéramos una reflexión interna (¡qué necesidad!), no muy común por la prisa, en la que tratáramos de vernos cara a cara a noche descubierta para saber quién diantres somos, todo se volvería intangible e ilimitado... y el papel del hombre sería nada.
Y entonces, sólo entonces ya todo estaría perdido.
P.D: Siento la reflexión... hoy tengo más tiempo del habitual.

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