lunes, octubre 13, 2008


Algo pasa en Las Vegas (una película de Tom Vaughan)
99 minutos. Año 2008

Nos siguen empujando a tragar barro en una trinchera económica donde letreros de neón con la palabra crisis crecen hacia el cielo infinito. Yo tengo ya mi disfraz de la condenada gallina de los huevos de oro, igual si hago mucho esfuerzo me sale uno o no... depende de lo que consideren por metal precioso.
Ante este acoso inhumano opto por chorripelis, de las que salgo de este mapamundi como un cohete solo con mis calzoncillos de rigor y el mando que puede más que un sable láser.
Algo pasa en Las Vegas es lógico que no sea una maravilla del séptimo arte (tampoco lo pretende), pero cumple con su cometido con solvencia.
La primera parte es muy divertida y se pasa enseguida porque tú y yo fuimos unos golfos y tajadas como las que ves en la pantalla, las viviste en tu propia piel mientras te vitoreaban en olores de multitudes para tragar de lo lindo, cosa que nadie te enseñó pero que se te daba la mar de bien. Eso pasaba antes que te arrastraras por la ciudad echando la bilis sobre las flores. Imágenes de esas en la recámara tenemos como cicatrices en el cuerpo, no te me avergüences ahora.
Luego la peli (ohhhh) se vuelve sosilla. Y en algo más de 90 minutos con algunas sonrisas menos vuelves al sillón como por arte de magia dispuesto otra vez de acordarte de estos estos magnates que nos tienen contra la esquina del cuadrilátero como han tenido más de mil veces a Rocky.

Lo mejor: Lo dicen todos y lo corroboro: la química entre ambos es brutal; los colegas y su cinismo.
Lo peor: Que no consiga mantener el listón arriba más tiempo.

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