Lentos movimientos

Sin tiempo casi para la angustia llego derrotado al mañana, porque, de aquí para allá, voy del tingo al tango con la cabeza en ninguna parte. Humo, chicos, hay humo.
Dicen que son "cosas del estrés" y de unas vacaciones que ansío y necesito como los caramelos de menta al catarro. Achussss!!!!
Acelarado, rectificado o tuneado. Si me levanto ando a tope de revoluciones, si me ves dormir tampoco llevo la calma y, aunque me babo como siempre (olé!!!!), no es lo mismo. Y lo noto porque ya no tengo ni los calambres ni los espasmos de siempre. Ella da fe. O eso o no me dice nada.
Donde me siento medianamente libre, mira tú por donde, es aquí, con mis cascos oyendo, bien alto si puede ser, "El Piano" (Nyman esto no es posible devolvértelo en vida chico - lo tuyo es talento talentoso) y a altas horas de la noche, donde es más fácil ver a colgados y borrachos que grillos o vampiros.
Y es aquí, desde donde, suspendido en la telaraña curiosa de esta noche paralela al mundo real, donde por primera vez en el día puedo ver mis lentos movimientos al pensar y mi corazón caprichoso así se acomoda un poco. Por fortuna y esas cosas. Mundo loco y absurdo.