Marlango - Concierto

Si alguien ha llegado al grupo Marlango a través de otra vía que no sea Leonor Watling pues me alegro... pero no es mi caso. En absoluto.
Tampoco es que yo sea el mejor fan cinéfilo de Leonor, ni de lejos, pero, chicos, no nos callemos las cosas, hay algo en esa chica que cuando la ves te deja de piedra. Y no pasa nada, lo decimos y ya está. ¿Quería sinceridad? Aquí está.
De hecho, este post llega casi con un mes de retraso... lo achaco a que estaba sentado demasiado cerca (fila 3: pero era para no perderme los detalles) motivo por el cual el hechizo parece que se intensificó.
Al ajo, Marlango es un grupo que suena condenadamente bien en directo, tienen un estilo propio y parece ser que saben lo que hacen. No aburrieron, más bien, me sorprendieron de una manera grata. De hecho, volvería a verlos.
Ella, que es el motivo oculto del post, apareció un poco con el look de Amy Lee, ese estilo de trajes underground con botas altas, y con los labios y manos pintadas de rojo. Mola. Insisto: Es magnética.
Me comenta un amigo que estaba como veinte filas más arriba: "Tenía los brazos condenadamente delgados". Y es verdad. Rebuscando un poco en su perfil, resulta ser que de pequeña Leonor iba para gimnasta. Curioso. Y lo pongo aquí porque he perdido 15 segundos buscando esta chorrada en la red.
Total, que ir a ver a Marlango en una opción apetecible y un dinero bien invertido. Y que Leonor tiene algo que yo que sé.
Lo mejor: Su estilo cantando; me gustó más cantando en español que en inglés.
Lo peor: Les sobró algún chistecito.