miércoles, marzo 05, 2008


Pozos de Ambición (una película de Paul Thomas Anderson)

Considero "Pozos de Ambición" como una película de visionado obligatorio a todos aquellos que quieran ser, son o "ambicionen" ser actores algún día porque es imposible quedarse inmune ante el talento y el imparable registro con el que el Señor Daniel Day-Lewis nos deleita en casi 160 minutos. Es, no cabe duda, impresionante.
¿Qué si se hace larga o aburrida? No digas sandeces, cómprate golosinas, abróchate el cinturón y disfruta de un actor en mayúsculas, porque él llena la pantalla de principio a fin y cuando pienses que no podrá llegar más allá, volverá a sorprenderte...
Mis reverencias tenga usted Sr. Daniel ... este año la estatuilla dorada no tenía ninguna discusión ante su perfección interpretativa.
La película en sí, sigue la línea directiva de Paul Thomas Anderson, un director arriesgado que no hace un cine habitual, ofrece su sello y su visión peculiar, y podrá gustar o no, pero es distinto (Nota: Ver sobre todo Magnolia). Y, a veces, eso se agradece.
La cinta tiene momentos de gran, gran cine (estallido de la torre) donde el corazón se te hace llamas y el corazón va dando bandazos. Sin embargo, hubieron películas mejores (lo siento, aprovecho para decir que pero mí la mejor película del año fue de la de Jesse James sin discusión y ni la nominaron).
Lo mejor: Él, él y él; la música me pareció muy adecuada con las imágenes; como siempre digo me muero por verla en inglés (con este trailer te da tanta hambre).
Lo peor: Faltó algo... y ahora mismo pensando no sé qué fue.
Ocho largo.

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