jueves, diciembre 29, 2005

Big secret

De nuevo aquí, en mitad de ningún sitio, suspendido en el alambre de la nada, pero en confianza. Al menos siento la mucha de vosotros (¿o sólo la tuya cariño?). Si extendemos las manos apuesto a que podemos tocarnos. ¿Probamos?
Esta noche he venido porque dentro de un rato se me afilarán los colmillos, se me pondrá la tez blanca, podré salir de la cueva y, con mi capa oscura, volar libre bien alto. He venido para poder saciarme porque hoy siento la sangre correr demasiado deprisa, porque quizás tenga los bolsillos rebosando de mentiras o porque es una necesidad gritar en este vacío donde las caprichosas sombras que me ocultan me pueden y siempre me han podido. Ni yo mismo sé porque uno vuelve. El caso es que estoy.
He dicho que estoy ciego. Tampoco es necesario veros, se trata de sentir. Con eso basta. Me es suficiente. El verdadero valor de las cosas es saber si llega el mensaje, si hay armonía suficiente para establecer la conexión... sino apaga a luz y vámonos. Dejad solo al pistolero que muera en silencio. Cerrad al salir. Y hacedlo con ruido.
Porque a este paso ya sabréis que sólo soy un burdo creador de burbujas. Sólo eso. Bastante se me hace ya el trago de asomarme al filo de la puerta. La timidez acaba por abrir en canal a cualquiera, incluso en este tránsito en el que dejo las migas de pan suficientes para que lleguéis a parte del lugar secreto (lo siento, sólo ella tiene la llave). Estoy en eso, en abriros la puerta de mi mundo.
Un creador de burbujas, poco más, pero ¿y si os enseñara miles de ellas?

No hay comentarios: