martes, diciembre 27, 2005

El hechizo

"El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio."
Stendhal, Henri Beyle

Intentaré por un momento abrir el pórtico. Será tan breve que apenas entrará un frío suspiro. No tenemos más tiempo. Pero las promesas tienen este absurdo precio. Veámos qué pasa si intento detener el vendaval que se aloja en la diana roja...

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Sonríe a parte del abismo, el resto está a media luz, en una siniestra calma. No querrías estar en su pellejo. Asusta un poco. Hiere bastante. El sol está medio partir. Si te quedas allá tú.
Sonríe a una locura que fue parte del hechizo, ante el día perfecto, ante el amor de los cuentos, ante las viejas cartas cómplices que llegaron con flores. Si miras por el retrovisor la imagen es bella... dos amantes a escondidas. El cauto mira el tiempo justo porque, aunque todo es de verdad, corres el riego de volverte de piedra, sal o... de un llorar un mal rato. Eran incomprendidos. Casi ni se entiende ahora. Ánimas perseguidas por un roce. Solos contra todos, contra ellos mismos.
Le quiere, con todas las ganas, con el corazón en volandas por los dulces versos, por la poesía escrita dedicada en pequeños papeles que tienen un precio divino. Le quiere, no hay otra salida... porque se deja querer, porque es una vida a media en su ausencia, porque está cerca de lo que late, sabe de su valor y se está a salvo. Apenas necesita más. Éstas son sus galletas de la suerte.
La que sonríe da vida. No lo dudes. La que sonríe está a mi vera. Esa es mi suerte. La que sonríe me quiere en lo que ansían los dioses. No soy un héroe... pero tengo mi princesa.
Y el lugar donde nos encontramos no está en este soberano mundo.

P.D: Si le haces daño, él vendrá a por tí, te lanzará un carta de las suyas con todas sus fuerzas, te sacará las entrañas, te rebanará el hocico con dolor, sin piedad... aquí o en el maldito infierno.

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