El caso Slevin

Volviendo al cine que es lo que nos concierne en este punto, la película con un guión elaborado empieza fuerte (muy fuerte), logra que te mantengas al hilo y bien pegado a la butaca y acaba otra vez con sutileza y con una ristra de disparos de los buenos.
Los actores principales están muy bien (Bruce Willis sin un arma no es Bruce Willis - vaya hombre violento coño), la decoración por momentos es hilarante y predomina (espléndidos empapelados que no pasarán desapercibidos) y el guión, que es la substancia de la que me alimento, es, como bien dije al principio, pensadito, pensadito. También algo previsible, pero si sales con una sonrisa en la boca del cine tampoco vas a pedirle más al Ratoncito Pérez.
A disfrutar pues.
2 comentarios:
me gusta como has dejado tu columna de la izquierda... te lo has currado
Hola, usted.
Me gustaría que me dijeras que sigues enfrascado en mis comentarios pero, si no puede ser, me quedo con lo puesto.
Gracias.
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