domingo, abril 16, 2006

El grito

Cuentan que estamos en busca de la palabra más hermosa. La idea pura, a modo de reclamo, tiene un origen imaginativo en las islas. Parecía un bello ejercicio de reflexión: ¿cuál? ¿cuál?
Hasta que llegaron tres o cuatro y montaron un patatal y dieron la nota que siempre chirria.
Pérez Reverte, que como escritor ahora sólo calma mis aguas con su valiente Alatriste pues tiene unos cuantos vendavales a sus espaldas que no se los traga ni Dios ("el cabo de Trafalgar" está en mi mesilla de adorno divino y "El pintor de batallas" en las repisas de las librerias haciendo tres cuartos de lo mismo), suelta de buenas a primeras que la palabra más bonita es ultramarinos. Uff. ¿Qué letra tenía éste en el Academia?
Los políticos optan por la "palabra" con la que nos siguen mintiendo con la careta de plástico, más anchos que estrechos, y aquí paz y en el cielo gloria. Eso sí, quédate con mi cara que dentro de poco hay elecciones.
Y el populacho en general dice que, en su seno, una de las preferidas es "mandarina", la cual, anda , pero que muy bien situada en el top ten.
Edward Munch, tenías razón chico, las cosas como son, es para gritar.
P.D: Tienes hasta el 20 de Abril para votar por la tuya. Tenía el enlace equivocado por un cortocircuito en mi cerebro. Sorry.

2 comentarios:

Maladroit dijo...

libélula...

Maladroit dijo...

... me encanta ese cuadro