domingo, enero 08, 2006

El ladrón de bicicletas

Para Pícara: "Si tú no estás el valle deja de estar encantado".

Ya no hay niños en la calle. No asoma ni uno. No están ni ellos ni sus bicicletas. Nadie juega a la luz del sol. Es día de Reyes. El silencio asusta, parece un funeral. La gente tiene miedo de salir, te miran a través de las cortinas como si tuvieras la peste. ¿Qué nos está pasando?
Bravo, por tí, por mí. El niño está tranquilo enfrascado entre sus máquinas. Todo porque no llore, que anoche no dormí un pimiento. El niño está solo. Pero mientras esté callado doy la luna y el sol, que mañana vuelvo al tajo. El niño que tú fuiste ya se fue entre los años, tenía demasiada prisa por crecer... ahora quieres acabar con el siguiente, con el que creaste con tu sangre. Bravo de nuevo. Lo harás muy bien.
¿Te preguntas algunas cosas o ninguna?
Somos almas en pena. Condenadas. Quizás llegaremos a algún sitio así... pero acojona nada más pensarlo.


P.D: Tuve una suerte tremenda de niño. Me tocó una época dorada. Gracias a mis padres por una educación en toda regla, a mi hermano por el vínculo que se crea y a mis amigos que nunca me dejaron estar solo.

1 comentario:

Felipe Lorenzo dijo...

El niño nació...su gran cabeza obligó a darle a la madre varios cientos puntos de sutura, tenía tres dedos en cada mano,deficiencia que supliría en un futuro la habilidad y rapidez de los mismos, sus piernas eran muñones, nunca sería capaz de dar un solo paso...era el niño del futuro, el primero de muchos.